El momento caliente del accidente
Cuando nos vemos involucrados en un accidente de tráfico es habitual que nos surjan fuertes dudas acerca de cómo actuar y, según la envergadura del mismo, si vamos a necesitar los servicios de un abogado para llevar adelante los trámites de defensa. Primordialmente debe intentarse mantener la calma, pues el nerviosismo es enemigo de una actuación correcta y nos puede pasar factura. Puede ser conveniente avisar a la policía para practicar el correspondiente atestado. Debe cumplimentarse el parte amistoso de accidentes con los datos de todos los implicados, para enviarlos junto con el resto de documentación a la compañía de seguros. Si como consecuencia del golpe creemos que podemos tener algún percance de salud, será prudente acudir a un centro médico para valorar las lesiones.
Por qué la necesidad de contratar un abogado externo a la compañía de seguros
La intervención de un abogado especialista en accidentes de tráfico puede resultar parcial o totalmente gratis, pues en las pólizas de seguros se incluye sistemáticamente la defensa jurídica, contemplando la Ley 50/1980, la libertad en la elección del abogado, lo que implica que las compañías aseguradoras ofrezcan un montante máximo en concepto de gastos de defensa jurídica para la contratación de un abogado particular. Es conveniente contratar este servicio externo porque da una especial garantía de que se trata de un profesional profundamente conocedor del funcionamiento de este tipo de reclamaciones. Además, es evidente que los intereses de la compañía no se identifican con los del asegurado, que normalmente intentará apurar al máximo la cuantía a pagar por los daños del vehículo. Y hay un caso en el que se acentúa esa necesidad, que es cuando se producen lesiones, de cara a reclamar alguna indemnización por los daños sufridos.
El coste de la defensa jurídica particular
La defensa jurídica, imprescindible en reclamaciones por vía administrativa, judicial o arbitral, es una cobertura prácticamente común a todas las pólizas de seguro, y permite al asegurado elegir un abogado especialista en accidentes de tráfico. Por su parte, la reclamación de daños puede ser considerada inviable por su escasa probabilidad de éxito por la compañía de seguros, en ese caso no está obligada a proporcionar asistencia jurídica, pero en caso de tramitarla con abogado propio y ganarla, la compañía queda obligada a cubrir los costes hasta el tope establecido en la póliza. En resumidas cuentas, ¿qué profesionales podemos elegir para la defensa jurídica en un accidente de tráfico y a qué coste? De acuerdo a la Ley 50/1980, cualquier abogado independiente amparado por el límite de la prima del seguro contratada, pudiendo oscilar entre 600 y 3.000 euros en compañías de mayor solvencia y prestigio, aunque se dan casos de no llegar a los 200 en algunas pólizas de compañías más mediocres. Tradicionalmente los abogados dedicados a accidentes de tráfico cobran “”a cuota litis””, que significa un porcentaje sobre la indemnización conseguida, que dependiendo del despacho, suele oscilar entre un 10% y un 25% que cobran algunas franquicias.