Presentar un reclamo es más sencillo de lo que puede parecer en un principio. Todo ello pese a que las compañías de seguros, y la industria en general, suelen pintarlo mucho más complejo de lo que es en realidad. Basta con rellenar la información requerida y declarar quién cree que tuvo la culpa en el accidente.
De hecho, en el trámite inicial, ni siquiera es necesario dar muchos detalles sobre lo ocurrido. Todo lo que hay que hacer es notificar a su compañía de seguros que ha habido un accidente en un determinado lugar y a una hora del día, si ha sufrido lesiones y que pretende presentar un reclamo.
Eso sí, es importante hacerlo dentro de un plazo de tiempo razonable para que no le pongan problemas, sabiendo que incluso los reclamos con una institución gubernamental suelen ser sencillos de tramitar. Si deja pasar mucho tiempo desde el día del accidente, es posible que le hagan más preguntas de las necesarias o que pierda su derecho a reclamar.
En la mayoría de los casos, le bastará con una carta y una llamada de teléfono con un operador sin un entrenamiento específico que buscará saber los detalles principales para poder poner en marcha el proceso. Limítese a ser sincero y a explicar quién operó de forma violenta y quién no, y dónde pudo estar el error que terminó en el accidente.
Una vez comenzado el primer paso y que la aseguranza ya sepa que habrá un reclamo, es cuestión de tomarse el tiempo para responder preguntas más en detalle y lidiar con la compañía y la del otro conductor para saber quién se hará cargo de los gastos originados, como la reparación de su vehículo o las facturas médicas en caso de haya habido una lesión.
Por último, tenga en cuenta que aunque esté en su derecho de reclamar, los procesos pueden ser largos puestos que a las aseguranzas les gusta indagar bien en el accidente para evitar tener que pagar si su cliente ha tenido la culpa. Es bueno hacer las cosas bien pero también tener paciencia.